Nanofertilizantes: más eficaces, económicos y ecológicos

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La nanotecnología llegó al desarrollo de fertilizantes de liberación lenta y controlada. Con esto, los nano fertilizantes se convierten en una alternativa de agricultura sustentable para generar mayor producción en el campo.
De acuerdo con un estudio publicado en el International Journal of Agriculture Sciences, los nanofertilizantes son fertilizantes sintetizados o modificados con ayuda de la nanotecnología para mejorar la fertilidad del suelo, la productividad y la calidad de productos agrícolas.
Las nanotecnologías son un campo inter y multidisciplinario para el diseño de sistemas complejos. Se apoyan de herramientas que otras ciencias les dan para diseñar novedosos materiales mediante el control de la forma, el tamaño y las propiedades de la materia a escala nanométrica, una medida extraordinariamente pequeña para la manipulación de los átomos y las moléculas de la materia.

Foto: www.agchemigroup.eu
Grandes beneficios en escalas minúsculas
Según este trabajo titulado “Nano fertilizantes, una nueva forma de aumentar la eficiencia en el uso de nutrientes en la producción de cultivos”, los nano fertilizantes no son tóxicos, minimizan los costos de producción y aumentan la eficiencia del uso de nutrientes. Además, mejoran el contenido nutricional de los cultivos, el crecimiento de las plantas, su resistencia a las enfermedades y la calidad del sabor del producto.
Esto gracias a que a escala nanométrica las propiedades físicas y químicas de la materia son diferentes, por ejemplo, el fosfato de roca si se usa a nivel nanoscópico, puede aumentar la disponibilidad de fósforo para una planta y mejorar su fijación. Por eso mismo, aseguran que logra una fertilización equilibrada para la planta de cultivo.
Nano Aplicaciones de Fósforo en el campo mexicano
En 2016 en el Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA), ubicado en Saltillo, Coahuila México, el Departamento de Plásticos en la Agricultura empezó con la aplicación de los beneficios de las nanopartículas a través del diseño de nanopesticidas y nanofertilizantes a base de nanopartículas metálicas.
De acuerdo con los investigadores, estas nanopartículas tienen propiedades antimicrobianas, antifúngicas y micronutrientes, lo que les permite mejorar el crecimiento de la planta al mismo tiempo que la cuida de plagas.
A esta investigación del CIQA se unió el Instituto de Ecología (Inecol) para desarrollar un nanofertilizante a base de fósforo encapsulado con biopolímeros. Su objetivo es que el fertilizante se asimile mejor, lo que implicaría un costo menor para los agricultores y menos daño para el medio ambiente.
Esta tecnología tiene la ventaja de la liberación controlada del fertilizante en el suelo, lo que hace más eficiente la interacción con la raíz de las plantas. Sin embargo, y a pesar de estas expectativas validadas en otros experimentos alrededor del mundo, actualmente siguen evaluando la efectividad en el crecimiento vegetal con el empleo de este tipo de fertilizantes en cultivos agronómicos de interés que se encuentran en invernaderos y campos abiertos.
Nanopesticidas y nanofertilizantes, opciones ecoamigables para la agricultura
El uso de nanotecnología se hace cada vez más patente en ámbitos tan variados como la química, física, medicina y electrónica. Actualmente, un equipo de investigadores del Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA) busca aplicar los beneficios de las nanopartículas en la agricultura, a través del diseño y creación de nanopesticidas y nanofertilizantes a base de nanopartículas metálicas.
Las nanopartículas metálicas cuentan con propiedades antimicrobianas y antifúngicas, por lo que su uso en pesticidas resulta adecuado; sin embargo, cuando son utilizadas en mucho menor volumen también tienen características que las hacen micronutrientes, por lo que se emplean como fertilizantes que promueven el crecimiento de la planta.
La mejora en la productividad, la optimización de recursos y la obtención en general de mejores cultivos son los principales beneficios que las nanopartículas tienen en las plantas.
El CIQA, ubicado en Saltillo, Coahuila, es un centro público de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), cuyo principal objetivo es realizar investigación básica y aplicada, así como otros procesos tecnológicos innovadores, a la vez que conjuga estos quehaceres con la formación de recursos humanos especializados en ámbitos de química, polímeros y materiales avanzados, entre otros.
Nanopesticidas
En el afán de “encontrar productos que tengan un menor impacto ambiental y que sean más amigables con los ecosistemas”, el doctor Ricardo Hugo Lira Saldívar, perteneciente al Departamento de Plásticos en la Agricultura del CIQA, trabaja en un nanopesticida a base de nanopartículas metálicas y derivadas del carbono.
“Este nanopesticida tiene como principal objetivo utilizar cantidades mucho más pequeñas de producto que puedan tener un efecto antimicrobiano, ya sea contra hongos, bacterias y hasta levaduras”, acotó el investigador.
Este proyecto surge como una alternativa al uso de agroquímicos convencionales, mismos que derivan en una alta acumulación de pesticidas en cultivos, suelo, aguas y en el consumidor, humano o animal, quien sufre los efectos de toxicidad. Asimismo, se busca reducir los costos, ya que las nanopartículas se aplicarían en un volumen muy inferior —partes por millón— a los agroquímicos actuales, aplicados en gramos.
Lira Saldívar señaló que al momento utilizan nanopartículas de plata, cobre, zinc y fierro, para erradicar la presencia de tres bacterias y dos hongos, elegidos por tener los mayores impactos económicos en las plantas seleccionadas. Los cultivos con que se está trabajando son algunas solanáceas como tomate y chiles, y cucurbitáceas como melón y pepino.